jueves, 8 de mayo de 2014

Yo no creo en los psicólogos.

Autora: Lic. María Eugenia Parla
MN: 50339
MP: 96610

A menudo escuchamos esta frase de personas que se resisten a comenzar un tratamiento o bien familiares o amigos de los mismos.

No se trata de creer. La psicología no es una religión, sino (por definición) una ciencia de carácter social que estudia la conducta humana, y la aplicación de la misma se encuentra avalada por siglos de estudios.

Algunas de las cuestiones que pueden dar origen a este prejuicio son:
- Una mala experiencia. Como en todas las profesiones, hay toda clase de profesionales. Una mala experiencia puede condicionar a una persona a no volver a intentar iniciar un tratamiento.
- Estilos del terapeuta. Como ocurre con todo tipo de relación, hay personas que te pueden caer bien y otras que no. Sólo se trata de buscar un profesional con el cual te sientas cómodo para poder trabajar. El estilo del terapeuta tiene que ver con la personalidad del mismo y el marco teórico que adopta, como vemos luego,
.- Marco teórico del terapeuta. La Psicología es una ciencia muy amplia. Dentro de la misma tenemos profesionales que se manejan con uno o varios marcos teóricos, y esto también influye en el estilo del mismo. Un marco teórico es un conjunto de teorías y conceptos que uno utiliza para hacer un recorte de la realidad (porque no se puede abarcar absolutamente todo). Así tenemos: Psicoanalistas (Jungianos, Freudianos, Lacanianos, etc), Cognitivos Conductuales (TREC, Posracionalistas, radicales, etc) y sistémicos, sólo por nombrar algunos. A veces la “pelea de poder” entre diferentes marcos teóricos o escuelas crean prejuicios contra la otra que llegan al publico alimentando estas creencias.
- Estilos del paciente. Puede tratarse de una persona muy estructurada, autoexigente, que le cueste pedir ayuda y por eso ponga resistencia para iniciar y llevar adelante un tratamiento o simplemente lo paraliza el miedo a exponerse en lo mas íntimo ante otro, quien encima le es desconocido.
- Otro prejuicio parte de ignorar como funciona la terapia y subestimar el poder de la palabra. “¿El psicólogo que me va a solucionar a mi charlando?”. Aquí en parte la culpable es la cultura de querer todo ya, “las soluciones mágicas”. Si de evidencias se trata hay un arsenal de estudios científicos que comprueban que el tratamiento psicoterapeutico produce cambios a nivel neuronal. Por otro lado, el psicólogo no tiene la función de solucionarle los problemas. Esto nos lleva al último ítem que es:
- Confusión acerca del rol del psicólogo. Por eso vale la pena hacer una mención

Para no confundirnos...
Psiquiatra, psicólogo y Counselor.
A grades rasgos, el psiquiatra es un profesional que estudió medicina y luego hizo una especialización en psiquiatría. En la mayoría de los casos, se maneja con un manual donde se listan las patologías mentales y sus características (DSMIV) y acorde a su formación, determina si es necesario que un paciente sea o no medicado, la dosis y hace un seguimiento.
El psicólogo es un profesional que estudió la conducta humana y en base a su marco teórico lleva adelante una terapia para modificar aspectos desadaptativos de la conducta que al paciente le provocan un malestar significativo. Cuando considera que el paciente, para sobrellevar su cuadro necesita medicación, lo deriva a un psiquiatra. A veces se cree que el psicólogo es alguien con quien se va a charlar y desahogarse y los psiquiatras atienden casos difíciles. Esto definitivamente no es así, ambos atienden todo tipo de psicopatología, lo que sucede es que a veces una requiere medicación para ser estabilizada y otras no.
Por otro lado, el counselor es un profesional que, como su nombre lo indica, aconseja a una persona o grupo en algún momento de crisis vital con el objetivo de prevenir el desarrollo una determinada patología. Así como el psicólogo no medica, el counselor no atiende trastornos mentales, por lo que si en el ínterin sospecha de alguno debe derivar inmediatamente a un psicólogo.

Por último, no quiero despedirme sin antes haber aclarado que se considera que todos los trastornos mentales tienen componentes biológicos, psicológicos y sociales que están estrechamente unidos. Es decir, en mayor o menor medida (porque hay patologías en donde tiene mas peso uno que otro) provienen de desequilibrios en nuestro organismo (ej, crisis de angustia durante el climaterio) de la estructura mental que tenemos, nuestra manera particular de ver el mundo y de relacionarnos con los demás y por características particulares del medio ambiente en donde crecemos y vivimos.



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